"Es absolutamente asombroso", comenta Karl Battams, del Laboratorio de Investigaciones Navales (Naval Research Lab, en idioma inglés), ubicado en Washington. "No pensé que el núcleo de hielo fuera lo suficientemente grande como para sobrevivir a la inmersión a través de la corona solar de varios millones de grados durante casi una hora, pero el cometa Lovejoy está aún con nosotros".
El encuentro cercano del cometa fue registrado por al menos 5 sondas espaciales: el Observatorio de Dinámica Solar (Solar Dynamics Observatory o SDO, por su sigla en idioma inglés) y el Observatorio de las Relaciones Terrestres y Solares (Solar Terrestrial Relations Observatory o STEREO, por su sigla en idioma inglés), de la NASA, el microsatélite Proba2, de Europa, y el Observatorio Solar y Heliosférico (Solar and Heliospheric Observatory, en idioma inglés), de la ESA/NASA. La secuencia de imágenes más impresionante registrada hasta el momento es la del SDO. Allí se observa el ingreso del cometa y posteriormente su salida.
Los videos proporcionados por el SDO, la cola del cometa se retuerce salvajemente mientras el cometa se zambulle a través de la caliente atmósfera del Sol, a solo 120.000 km por encima de la superficie estelar. Esto podría ser una señal de que el cometa fue sacudido por ondas de plasma que corren a través de la corona. O quizá la cola se bamboleaba hacia atrás y hacia adelante de los bucles magnéticos, conocidos por impregnar la atmósfera del Sol. Nadie lo sabe.
"Todo esto es nuevo", dice Battams. "El SDO nos está dando un primer vistazo1 de los cometas que viajan a través de la atmósfera solar. La manera en la cual los dos interaccionan es un tema para realizar investigaciones de última generación".
"Los movimientos del material cometario en el campo magnético del Sol son simplemente fascinantes, añade Dean Pesnell, quien es científico del proyecto SDO, en el Centro Goddard para Vuelos Espaciales (Goddard Space Flight Center, en idioma inglés). "El abrupto cambio en la dirección me recuerda la manera en la cual el viento solar afectó la cola del cometa Encke en el año 2007".
El cometa Lovejoy fue descubierto el 2 de diciembre de 2011 por el astrónomo aficionado Terry Lovejoy, de Australia. Los investigadores rápidamente se dieron cuenta de que el nuevo descubrimiento era un miembro de los cometas rasantes del Sol que pertenecen a la familia Kreutz. Los rasantes del Sol denominados Kreutz deben su nombre al astrónomo alemán Heinrich Kreutz, quien los estudió por primera vez. Son fragmentos de un solo cometa gigante que se rompió en el siglo XII (probablemente se trate del gran cometa de 1106). Los rasantes del Sol de tipo Kreutz son típicamente pequeños (~10 metros de ancho) y numerosos. Cada muy pocos días, el Observatorio Solar y Heliosférico observa uno cuando cae hacia el Sol.
En el momento del descubrimiento, el cometa Lovejoy parecía ser al menos diez veces más grande (en un rango de 100 a 200 metros) que el rasante del Sol de tipo Kreutz común. A la luz de los acontecimientos de hoy, los investigadores están revisando esos números.
"Supongo que el núcleo del cometa debió de haber sido de al menos 500 metros de diámetro, de otra forma no podría haber sobrevivido a tanto calentamiento solar", comenta Matthew Knight, quien trabaja para el Observatorio Lowell y para el Laboratorio de Física Aplicada Johns Hopkins. "Una fracción significativa de esa masa se habría perdido durante el encuentro. Lo que queda es probablemente mucho más pequeño que el cometa original".
La sonda SOHO y las sondas gemelas STEREO, de la NASA, están monitorizando el cometa mientras se aleja del Sol. Es aún muy brillante y debería permanecer al alcance de las cámaras de las sondas espaciales durante varios días. Los investigadores estarán observando muy de cerca porque hay una buena probabilidad de que lleguen más sorpresas.
"Aún existe la posibilidad de que el cometa Lovejoy comience a fragmentarse", añade Battams. "Ha pasado por un evento tremendamente traumático; desde el punto de vista estructural, podría estar extremadamente débil. Por otro lado, se podría mantener unido y desaparecer de nuevo en los recovecos del sistema solar".
"Es difícil poder decirlo", concuerda Knight. "Ha habido muy pocos trabajos sobre lo que sucede con los cometas rasantes después del perihelio (aproximación más cercana). Esto sigue siendo fascinante".
Créditos y Contactos | |
Autor: Dr. Tony Phillips Funcionaria Responsable de NASA: Ruth Netting Editor de Producción: Dr. Tony Phillips | Traducción al Español: Sol Gil Editora en Español: Angela Atadía de Borghetti Formato: Sol Gil |
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